miércoles, 24 de julio de 2013

Dangond da la batalla por el Vallenato en EEUU

NUEVA YORK — Silvestre Dangond aparece posando con el uniforme del ejército colombiano en la portada de su más reciente disco. La foto ha despertado críticas y ha sido vista por algunos como una apología a la guerra, pero el cantante de vallenato asegura que la idea era homenajear a los soldados colombianos. “Lo hice como un homenaje a los soldados que luchan por esa paz que queremos todos”, dijo el cantante de vallenato en una entrevista reciente con The Associated Press en Nueva York.
“Yo siempre quise prestar servicio militar. Es una frustración que tengo, nunca pude hacerlo”. Dangond se encuentra promocionando “La novena batalla”, su noveno disco de estudio, con el que quiso reconocer el trabajo del Ejército Nacional colombiano y resaltar “la labor de estos soldados nuestros que no saben si algún día van a regresar”. Aunque poco tienen que ver las letras del álbum con el conflicto armado colombiano, el músico se trasladó a la base de entrenamiento militar de Tolemaida, en el centro de su país, para tomarse las fotografías. Y allí tuvo tiempo de compartir con soldados y aprender de sus dificultades en combate. El disco de 14 cortes, que contiene el éxito “La difunta”, fue producido por Dangond y su siempre amigo Rolando Ochoa. El título también hace alusión a la lucha constante del artista, cuyo trabajo es como “una batalla”, dice. “Cada día que te levantas es un reto. A mí me toca luchar mucho”. El camino no ha sido fácil para el intérprete de éxitos como “La gringa” y “La colegiala”. Dangond nació en un hogar humilde donde a pesar de la adversidad la música siempre estuvo presente. Su padre, el también cantante William José “El Palomo” Dangond, le inculcó desde muy joven el cariño por las letras del vallenato. Sin embargo la familia no vivía de la música sino de un restaurante improvisado en el terminal de transportes de Valledupar, donde Silvestre recogía los platos de las mesas. Dangond solía cantar en los descansos mientras estudiaba y los fines de semana pasaba el tiempo en los estancos donde se reunían los vallenateros de la época. Cuando era pequeño le decían “Chivas”, porque era el encargado de servirle el whiskey a los veteranos músicos de la época, entre ellos el maestro Iván Zuleta. El cantante de 33 años ha pasado los últimos diez trabajando en su música. Debutó en 2002 con el disco “Tanto para ti” y se convirtió en una revelación del vallenato. Desde entonces ha grabado éxitos como “No me compares con nadie” y ” El cantinero” y ha sido nominado en tres ocasiones a los Latin Grammy. Hoy es el protagonista del “silvestrismo”, un movimiento que ha cruzando fronteras y que ha logrado popularizar el vallenato en países como Argentina, Panamá y Venezuela. Sus seguidores se reconocen por sus camisetas rojas con estrellas blancas y salen en masa a saludarlo en las diferentes ciudades que visita. Aunque la prensa de su país ha cuestionado la similitud del vestuario del “silvestrismo” con el del “chavismo”, el músico asegura que “no tiene nada que ver y que la selección del color fue una casualidad”, aunque se ha dicho simpatizante del fallecido ex presidente venezolano Hugo Chávez. 
TOMADO: EL NUEVO HERALD